En Laos, como en gran parte del sudeste asiático, la religión predominante, practicada por aproximadamente el 67% de la población, es el budismo Theravada (o Vehículo pequeño, Hinayana).
Esta rama del budismo, que es la más antigua, se extendió en Laos entre los siglos XIV y XVII, pero nació en la India en el siglo V a. de las enseñanzas de Buda Siddhartha Gautama.
El Budismo Theravada se basa en los sutras del canon Pali, es decir, en la colección de textos más antigua que incluye los discursos de Buda: esta cultura religiosa se basa en los cuatro Grandes Sufrimientos (nacimiento, vejez, enfermedad y muerte). Los budistas laosianos creen en la reencarnación.
El propósito de los discípulos es que, a través de un camino espiritual y de purificación llamado Óctuple Sendero, se conviertan en "ahrat", es decir, alcancen la iluminación ganando directamente el Nirvana sin pasar por la reencarnación. Habiendo ganado el Nirvana, el ahrat, el iluminado, saldrá del círculo vicioso del nacimiento/reencarnación, eliminando para siempre el sufrimiento inherente a la vida terrenal.
La esencia de la religión se desarrolla con la vida monástica.
El 30% restante de la población laosiana, con la excepción de una minoría muy pequeña de fe cristiana, practica el animismo y el culto a los antepasados.
El animismo laosiano está impregnado de la creencia de que todo tiene un "phis", un alma, que hay una energía que impregna todo lo que existe, visible e invisible.
Para el culto de los muertos se construyen pequeños altares, llamados casas de los espíritus, donde se lleva alimento para el phis de los muertos.
